mares y océanos
y una luz sin final.
Una calvera a lo lejos,
detrás, luz criminal.
petalos y más petalos
vuelan sin cesar
al compas del caminar
del rechinar del cielo
segundos y minutos
en el suave aliento blanco
rebotan en el reloj
tras el sombrio atenuado
van buscando los caminos
sobre llamas trepando,
pesados como un himán
en el pecho encerrado,
celestes como la llama azul,
como el cielo despejado
ardientes como mi deseo
por estar a tu lado.
y una luz sin final.
Una calvera a lo lejos,
detrás, luz criminal.
petalos y más petalos
vuelan sin cesar
al compas del caminar
del rechinar del cielo
segundos y minutos
en el suave aliento blanco
rebotan en el reloj
tras el sombrio atenuado
van buscando los caminos
sobre llamas trepando,
pesados como un himán
en el pecho encerrado,
celestes como la llama azul,
como el cielo despejado
ardientes como mi deseo
por estar a tu lado.
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