A expensas del banco viviste
por él, preso caiste
ahora vienes a quejarte
cuando tu mismo lo hiciste.
Un bando se enfrenta otro
negados por sus paredes
no ven más allá sus ojos
tu no ves porque no quieres.
Luces caen contra el suelo
como alambres de esteril hielo
fruto de ambición absurda
igual que su podrida fruta
Marionetas juegan con ellas
de porcelana y de seda
la corriente que os arrastra
vuestra mente degrada.
Vuela ahora que puedes
a salvo del esteril hielo
Acepta el leal consejo
que en este verso te entrego.
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